Una eterna ilusión nos hizo coincidir,
nuestra inagotable esperanza de sobrevivir.
Un mundo desconocido penetró en nuestras almas,
y la lucha se hizo promesa de mañanas.
Fuertes pasiones acompañan nuestros celos,
deseo inquietante de amores verdaderos.
Mis versos sonríen por el único triunfo ante su propia utopía,
y tus obras alcanzan la serenidad de una esperada alegría.
Qué cruel puede ser la fuerza del color,
si un día es justicia y al día siguiente dolor.
¡Ay, amores y colores!
¡Cuántas similitudes para tan pocas razones!
Medio: Libro de la Colección
Marta Fernández-Pirla Martínez