Con las uñas hago surcos en la tierra,
Con mis lágrimas riego las semillas.
El hambre en el mundo me atormenta,
Las bocas de occidente vomitan la gula de la soberbia,
Los niños de grandes vientres como pájaros sin alas,
Picotean el futuro con el hambre de las entrañas.
Basta de limosnas, basta de palabras,
Basta de silencios que ensordecen nuestras almas,
Y vayamos todos juntos a sembrar,
Los campos que sus muertos no llegaron a labrar.
No creo, en los que matan por un ideal, no creo
No creo en los que matan en nombre de un Dios, no les creo
No creo en el rojo de la sangre que los ciega, no la quiero.
Con un a rama de olivo, cierro con rábia las manos
Y grito en defensa de la paz y los derechos humanos.
Medio: Libro de la Colección
Jesús Soler